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Dos terapias: Lanzar una línea mosquera y luego conectarse con la naturaleza
Vivimos en una época donde prácticamente todo es estresante, y el tiempo se convierte en un enemigo no un aliado, privándonos de tiempo para conectarnos y aprovechar nuestros sentidos en beneficio propio.
Mejor que un psicólogo o un gimnasio, más bien como una clases de yoga o relajación resulta ser tener una caña mosquera en la mano. Lanzar la línea mosquera y conectarse con los movimientos correctos de sincronización entre la caña, nuestro brazo y nuestros sentidos, nos da la sensación de que se detuviera el tiempo, comenzando a alinear nuestro sentido visual, del tacto, del oído y del equilibrio, siendo esto un terapia.
Levantarse temprano y salir a pescar. Llegar, y sentir la paz y el “ruido” de la naturaleza, el sonido del viento entre los árboles, el sonido del agua y el canto de las golondrinas, ya es un buen anticipo de un día provechoso para el beneficio de nuestro cuerpo y mente.
No importa si pescamos algo o no. Lo importante es el contacto con la naturaleza, sólo, acompañados de amigos o familiares según lo que uno desee realizar.
Volver a nuestra casa, trabajo y vida cotidiana con muchos problemas solucionados, o visto de otra manera gracias a nuestra querida naturaleza.
Los pescadores sabemos que esto es así, y la pesca es la mejor terapia. ¿No pesca?
Considere que tiene muchas más ventajas de la que se imagina.
Mejor que un psicólogo o un gimnasio, más bien como una clases de yoga o relajación resulta ser tener una caña mosquera en la mano. Lanzar la línea mosquera y conectarse con los movimientos correctos de sincronización entre la caña, nuestro brazo y nuestros sentidos, nos da la sensación de que se detuviera el tiempo, comenzando a alinear nuestro sentido visual, del tacto, del oído y del equilibrio, siendo esto un terapia.
Levantarse temprano y salir a pescar. Llegar, y sentir la paz y el “ruido” de la naturaleza, el sonido del viento entre los árboles, el sonido del agua y el canto de las golondrinas, ya es un buen anticipo de un día provechoso para el beneficio de nuestro cuerpo y mente.
No importa si pescamos algo o no. Lo importante es el contacto con la naturaleza, sólo, acompañados de amigos o familiares según lo que uno desee realizar.
Volver a nuestra casa, trabajo y vida cotidiana con muchos problemas solucionados, o visto de otra manera gracias a nuestra querida naturaleza.
Los pescadores sabemos que esto es así, y la pesca es la mejor terapia. ¿No pesca?
Considere que tiene muchas más ventajas de la que se imagina.